Gudelia Machaca Calle (*)
Vidas truncadas, familias quebradas y niños huérfanos, son los resultados que dejan las condenables muertes maternas en Ayacucho. En lo que va del año suman catorce muertes maternas, sin que el Presidente del Gobierno Regional de Ayacucho, el Gerente de Desarrollo Social, el Director Regional de Salud de Ayacucho ni ninguna otra autoridad se inmuten, más al contrario evaden sus responsabilidades ¿será porque se tratan de mujeres del campo y de bajos recursos económicos?
Es increíble que estemos reeditando políticas de los aciagos años de la violencia sociopolítica, donde la muerte de millones de peruanos quechua hablantes no preocupaba al Estado peruano ni a la civilidad. Es inconcebible que tras la muerte de catorce madres durante el presente año 2011 no se hayan establecido responsabilidades políticas, administrativas, civiles o penales. Es increíble que tanto se jacta el Presidente Oscorima hablando de responsabilidad política y defenestra por ello a sus funcionarios hasta por hechos irrelevantes, y por el caso de las muertes maternas no diga absolutamente nada, menos haya ningún funcionario de su entorno que responda políticamente por este hecho escandaloso. ¿Para el mandatario regional la madre rural no tiene importancia?
En todos los casos de muerte materna, según la Presidente del IRMA, Lic. Maritza Mendoza y la Presidente de COTMA Celina Salcedo, han tenido controles natales, es decir han llegado a los establecimientos o centros de salud. Entonces ¿qué está pasando? La respuesta salta a la vista no existe la debida atención ni los equipos adecuados en los establecimientos de salud de nuestra región, tampoco en el Hospital Regional Mariscal Llerena, pues de las catorce muertes maternas, ocho murieron en el propio hospital regional de Ayacucho y el resto en diferentes establecimientos de salud, faltando saber a ciencia cierta la cifra real de este tipo de muertes.
La última muerte de una joven madre que deja cinco hijos huérfanos, es el botón de nuestra de la ineficiencia, ineficacia y falta de política pública de la gestión Oscorima en el tema de mortalidad materna. Daría Fernández Cucho (34) ha tenido controles natales y post natales y así lo demuestra su historia clínica que la prensa no oficialista ha logrado obtener y que ahora pretenden esconder, donde registra la presencia de ECLAMPSIA en la joven madre, hecho que obligaba a prodigarle los cuidados necesarios y con los equipos indispensables. Sin embargo, nada de eso recibió la humilde madre y tras cinco reiteradas visitas de emergencia al hospital falleció o la dejaron morir.
ECLAMPSIA, es la hipertensión durante el embarazo y se caracteriza por presentar convulsiones y estados de coma, cuyo origen es aún desconocido para la ciencia. Especialistas señalan que la ECLAMPSIA no controlada es una causa importante de muerte materna. Significa que la ECLAMPSIA SI ES CONTROLABLE, siendo el control prenatal un factor decisivo para ello; esto nos demuestra que el control al que ha sido sometida la joven madre ha sido deficiente o nulo. Es más precede a la Eclampsia, la PREECLAMPSIA fase en la que madre gestante debe recibir la atención especializada y oportuna.
Conforme a la historia clínica la joven madre fue sometida a una cesárea, y según opinión de especialistas, efectivamente la única forma de controlar la ECLAMPSIA es provocar el parto; significa que después de la cesárea debió haber desaparecido el peligro, sin embargo no fue así porque no habría recibido la atención adecuada en la etapa post parto y más bien la dieron de alta y tras idas y venidas de ingreso y egreso a emergencia, falleció.
¿Qué dice al respecto el Ministerio Público, el Ministerio de Salud?. No estamos hablando de sólo una muerte materna, sino de catorce en lo que va del año, lo que refleja que toda política pública respecto a la mortalidad materna de la gestión Oscorima ha fracasado o simplemente nunca existió, aunque digan lo contrario. ¿Cuánto tiene que ver la actual situación en la que se encuentra el Hospital Regional, destruido en más del 40% de su infraestructura? El proyecto era o es de FORTALECIMIENTO DE LA CAPACIDAD RESOLUTIVA DEL HOSPITAL REGIONAL MARISCAL LLERENA DE AYACUCHO, ¿acaso a estas alturas ya no deberíamos estar sirviéndonos con ese fortalecimiento de la capacidad resolutiva?; desgraciadamente los responsables para que no sea así son las autoridades y funcionarios de la gestión Molina y autoridades, funcionarios y asesores de la gestión actual de Oscorima. Que, la aspiración de todos de tener un nuevo hospital categoría III1 u otra, no sea escudo para que la gestión Oscorima no resuelva el problema latente del Hospital Regional de Ayacucho porque está en juego la vida de los ayacuchanos y más de 12 millones de Nuevos Soles que ya se invirtieron.
Acompañemos al colectivo conformado por la FEDECMA, IRMA, COTMA en las futuras acciones de Audiencia Pública para pedir cuentas al GRA, la denuncia ante el Congreso de la República, el Ministerio de Salud y el Ministerio Público, con el lema “NO MÁS MUERTES MATERNAS”.
(*) Escrito para el diario regional "La Calle"
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