martes, 25 de octubre de 2011

COMO ANILLO AL DEDO DE IMPULSORES DE LA IMPUNIDAD




Gudelia Machaca Calle

La trayectoria profesional de Omar Chehade, 2do. Vicepresidente de la República, es ampliamente conocida y reconocida. Su compromiso de lucha contra la corrupción quedó plasmado en el trabajo realizado por él y un equipo de de la Procuraduría Anticorrupción para la extradición de Alberto Fujimori Fujimori, a pesar del poco o nulo interés que mostró en su oportunidad el expresidente Alan García Pérez.

Así, la extradición de Fujimori no ha sido producto de la decisión política ni el impulso del expresidente García, sino de la labor denodada de Chehade y su equipo. Desde esa fecha el fujimorismo lo tenía jurado a uno de los artífices de la extradición de Alberto Fujimori.

La trayectoria de Chehade le ha permitido ocupar un lugar preeminente en la plancha presidencial del hoy presidente de la república Ollanta Humala con el sello característico y principal de su campaña electoral de lucha contra la corrupción.

El hecho infeliz de un presunto tráfico de influencias, en proceso de investigación, en que estaría involucrado Chehade, les ha caído como anillo al dedo a los fujimoristas y apristas, los más interesados en traérselo abajo a uno de los principales compromisos de este gobierno: lucha contra la corrupción. La mejor manera de lograr este propósito es golpeando a quien encarnaba o encarna la antítesis de la corrupción: Omar Chehade. Recordemos que Fujimori está condenado por corrupto y violador de derechos humanos y por el otro, se ha conformado una megacomisión en el Congreso de la República que investigará los presuntos actos de corrupción de la gestión aprista, y de seguro será alejado de esa megacomisión el, también congresista, Chehade.

Tan cierto es que, para probar un hecho delictivo no es suficiente sólo el dicho, o las denuncias verbales, sino suficientes elementos de prueba que vinculen el presunto hecho delictivo con el imputado. ¿Existen esos suficientes elementos de prueba? ¿Una cena donde participó en compañía de su hermano, será suficiente para incriminarlo? El Presidente Humala, ha dicho algo importante, que respetará el estado de derecho y el principio universal de la presunción de la inocencia. En efecto, la inocencia se presume y el delito se prueba.

Al margen de que se pruebe o no, tememos que políticamente tendrá un costo o ya lo tiene para la persona de Omar Chehade, y auguramos que la investigación sea rápida para que los impulsores de la corrupción y la impunidad, que encuentran eco en alguna “gran prensa” no sigan aprovechándose de esta situación para pretender desmerecer a una de las banderas del nacionalismo con la que llegó al poder, cual es, la lucha contra la corrupción, cuya promesa seguimos esperando. Estos impulsores de la impunidad, intentan hacernos creer que no hay nada que hacer contra la corrupción porque todos los gobiernos son así y no nos queda otra alternativa que convivir con la podredumbre. Se esfuerzan con todas sus fuerzas vendernos la idea, que la actitud personal de un “individuo” puede traerse abajo la espiración de un pueblo de vivir con limpieza y decencia.

Otros vientos soplan en la región ayacuchana; sin antecedentes rescatables ni actuación relativamente positiva de las autoridades y ciertos funcionarios de la región y el gobierno local. En este último caso, con idas y venidas respecto al terminal terrestre y nada efectivo, más bien devolviendo favores con cargos o consultorías a quienes acompañaron a la autoridad local en blindar a la empresa de los Prialé que administra nuestro terminal terrestre llevándose ingentes ganancias a cambio de nada. Y respecto al Gobierno Regional de Ayacucho, la situación del Presidente Oscorima se complica, pues de tanto ir el agua al cántaro, termina por romperse.

El blindaje, sinónimo de impunidad, al Presidente Oscorima, por el entorno más cercano del mandatario regional, se siente a flor de piel en el caso gravísimo de pago irregular con fondos del PNUD al ex gerente Esquivel Vila y en otros casos que vinculan al mandatario regional. La justificación absurda para pretender sustraer al Presidente Oscorima de estos hechos irregulares, es que “no sabía”, “lo sorprendieron”, “no conoce de gestión pública por provenir del sector privado”, etc., etc; explicaciones que ofenden a la inteligencia de los ayacuchanos, cuando lo cierto es que cuenta con asesores de toda índole, y como sostuvimos ya, de ser así, vale decir, la incompetencia del Presidente para conducir una gestión, el Consejo Regional tiene que considerar seriamente la determinación de declarar la vacancia del Presidente Oscorima por incapacidad.

A falta de actuación de oficio de la Fiscalía anticorrupción, tenía que ser un ciudadano, en este caso el Dr. Roberto Cariño, el encargado de notificar con la “notitia criminis” de pago irregular con fondos del PNUD para investigar el hecho.

(*) Escrito para el diario regional "La Calle"

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