Necías E. Taquiri Y.
¿Saben cómo se van a comportar el aprismo y el fujimorismo, durante el gobierno de Humala? Pues, como bomberos, como oportunistas, como Martha Chávez, cada vez que se les presente la ocasión; o como Aldo M, frontal y descarado, con Kenyi desde el Congreso y Keiko desde las fundas, porque tantos beneficios logrados durante el fujimorato y el aprismo en una década por lo menos, cada uno, no lo van a malgastar fácilmente, los invertirán en la defensa de la nefasta y antidemocrática Constitución del 93.
Y este Aldo, que de atrevido tiene suficiente, es la Martha del periodismo, el Bayly reciclado y un gran conchudo. No bien está empezando el gobierno de Humala, recién ha mostrado a sus ministros de concertación, no ha demostrado aún su centrismo, antes de que transcurra siquiera la semana de gestión y, mismo El Francotirador, dale que dale con el “chavismo”, el cuco vigente para todos los derechistas aferrados al dinero fácil y ajeno.
“Con uñas y garras –proclama Aldo, en coordinación mental con los remanentes del aprismo y el fujimorismo en el gobierno- hay que defender la Constitución del 93”, porque no es chavistoide, porque no es estatista, porque va a garantizar la inversión (de las transnacionales, supongo).
Su último comentario editorial es más que probatorio de lo que hará la derecha, el fujimorismo, el aprismo de aquí en adelante: “Conforme observo esta chilla creciente para cambiar la Constitución, más se refuerza mi impresión de que la provocación hacia los fujimoristas hecha por Ollanta durante la juramentación no fue casual.”
“Lo que está buscando Humala… es delimitar cuál será su "enemigo", su "villano" político a destruir durante los próximos años: el fujimorismo, el bloque más organizado, popular… y combativo al frente, el APRA de estos tiempos. Y por eso lo provoca para demolerlo, al igual que a lo que queda del APRA. A ambos buscará desprestigiarlos: al primero refregándole constantemente lo de "mafiosos" –en complicidad con los Vargas Llosa, los caviares y los cojudos que siguen viviendo con sus rencores de los años 90– y a los otros con implacables persecuciones (con Javier Diez Canseco como ariete)”.
Suponiendo que así sea, que Humala o el gobierno de Gana Perú quisiera eso, es decir, demoler al aprafujimorismo, lo que tendríamos que hacer los peruanos de rojo y blanco, que soportamos tanto entreguismo, expoliación de nuestras riquezas, marginación, centralismo, injusticia, etc., es apoyarlo. Lo peor sería que el gobierno de Ollanta devenga en conciliador, olvidadizo y deje pasar tantas afrentas consumadas y por consumarse por esta gente que por décadas trabajó contra el país. Eso queremos los de abajo. Al contrario sueñan con el continuismo los Bayly-Aldo-Keiko-Marthas, que jamás renunciarán al poder que asaltaron con demagogia y antinacionalismo.
“Superados ambos escollos, que tienen tantas máculas -llora Aldo-, ya no habrá resistencias para una hegemonía política chavistoide. Perú Posible se ha suicidado, con la asistencia del propio "garante" Toledo. El AP de los "Lescanos" es prohumalista y Vitocho acabará como Bruce. De la "alianza", gente como Yehude, Benítez e Iberico serán sin problemas oficialistas, mientras que el inexperto Lay y el limeño PPC son muy débiles para diques. Y el resto son invitados”.
“Un Presidente –y ese par de arlequines que tiene por vicepresidentes– que neciamente jura por una nefasta Constitución pasada bien que se merece un reclamo. Ergo, Martha Chávez hizo bien en protestar... Porque deslegitimar a la C-93 es el primer paso para reemplazarla con una Constituyente (o lo que sea más eficaz), siguiendo el libreto de Venezuela, Ecuador y Bolivia”.
Más adelante remata su temor: “… con alguien tan poco confiable como Ollanta en el poder, es paralizar a los inversionistas. Nadie va a invertir si un gobierno izquierdista –y posiblemente chavista de corazón– habla desde el saque de variar la regla básica de cómo se ordena económica y políticamente una sociedad”. “Hay que defender la C-93 con uñas y dientes, hay que evitar el solapado zarpazo chavista que quieren meternos con el cuento del cambio constitucional”.
¿Saben qué sugerimos desde el Perú profundo, los que nunca conciliamos con apristas ni fujimoristas vendepatrias? Pues, que el Congreso no deje resquicio alguno para su acomodamiento ni resurrección. Que la sanción para esta Chávez (´fémina’ y poco nacional, para diferenciarlo del otro Chávez) sea efectivamente ejemplar. Es un pedido a gritos, para que aprenda o se vaya para siempre, si persiste. Sin calco ni copia, con creación heroica.
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