Entre la premura por acabar los cursos y el semestre, “portátiles” , ¿debates? , moderadores que no saben el apellido paterno del candidato y lo presentan como Arribasplata , volantes , gigantografías, bajadas a base, visitas al comedor universitario , reuniones en el cafetín , pronósticos de que "habrá segunda vuelta y se queda ….." , asesores , caras nuevas y visitantes en la UNSCH, contracampañas , saludos de los candidatos que antes se pasaban de largo , entrevistas en radio o televisión , gente que pega afiches y gente que los despega , “ usb’s , manos , libros y un arbolito” o una "fauna" a la que mejor no hacemos referencia , se desenvuelve la previa de lo que serán las elecciones de autoridades universitarias del próximo lunes 5.
Tenemos la certeza de que gracias a los medios de comunicación, la población ayacuchana está más informada de las elecciones cristobalinas que los propios universitarios. Poca participación de docentes y estudiantes en los debates, incluso de los administrativos. Los planes o propuestas de trabajo no están llegando a todos. Priman las clases y prácticas , dejando de lado el tema electoral. Preocupante cuando se dice que tendremos la oportunidad histórica de elegir a los que conducirán el destino de la casa cristobalina. Es fin de semestre y corremos contra el tiempo, correcto, pero que ello no signifique que nos desentendamos del proceso . Si de hacer historia se trata , hagámosla bien.
Indicaba Morote Best , el "rector de rectores":
“Las elecciones de las máximas autoridades universitarias –se dijo- originan, con lamentable frecuencia , insoportables inmiscusiones de personas extrauniversitarias, de grupos de partidos , de confesiones , de sectas.
Los procesos electorales fuertemente prolongados alientan las tensiones , la formación de bandos irreconciliables que, luego, se convierten, instantáneamente, en grupo de vencedores y vencidos.
La armonía institucional se quiebra, la posibilidad de colaboración corporativa en todas las obras decrece, se abren heridas que no cicatrizan jamás y que , más bien , corren el peligro de convertirse en pústulas mortales.
Los largos procesos electorales pueden conducir, a hombres desaprensivos , a negociar capitulaciones o compromisos que hipotequen el porvenir de la Universidad y de la autoridad universitaria.
Y se terminó diciendo :
“Un proceso electoral breve , tranquilo, pulcro , serio, conduce , necesariamente , al voto de conciencia y no al de consigna, a la elección de los capaces, sin más exigencias que aquellas cuatro indispensables en un verdadero hombre de Universidad : sabiduría , honradez, diligencia y fortaleza, prensas que si no son parte, en su totalidad, del patrimonio de los actuales gobernantes, deben buscarse en los venideros”
( Dr. EFRAÍN MOROTE BEST 03-07-1967)
Escrito para "PAGINA VERDE" del diario regional "La Calle" 03-12-11
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