lunes, 14 de mayo de 2012

LAS SIETE CALUMNIAS




Gudelia Machaca Calle
           
No son las siete plagas que trata la Biblia, pero sin son las siete calumnias de la burguesía contra el comunismo que se expanden a nivel mundial y los encargados de hacerlo son los ideólogos del sistema capitalista y su modelo neoliberal como parte de la lucha ideológica entre el capitalismo y el socialismo.

A propósito de los 194 años de nacimiento de Carlos Marx, que se recordó el pasado 5 de mayo, es oportuno compartir con los lectores, un artículo escrito por Nelson Lombana Silva, respecto a las calumnias de la burguesía contra el comunismo, ahora que en estos últimos tiempos se ha vuelto a hablar de Marx.

Lombana, entre otras reflexiones empieza diciendo: “La relectura detallada del manifiesto comunista, escrito por Carlos Marx y Federico Engels, permite entender en toda su dimensión la lucha ideológica entre el capitalismo en su decadencia y el socialismo en su surgimiento, con todos sus reveses que ha tenido, pero que sigue siendo la opción para millones de seres humanos vilmente explotados y engañados… El marxismo-leninismo y los aportes adicionales a través de la historia confirman la posibilidad de la humanidad alcanzar en su totalidad esta utopía…”

Una de las expresiones de la lucha ideológica a que hace referencia Lombana, son las siete calumnias de la burguesía contra el comunismo, que se resumen en: Que el comunismo es sinónimo de abolición de la propiedad privada, el comunismo no respeta ni la personalidad ni la libertad, en el comunismo reina la holgazanería, el comunismo aniquilará la cultura, el comunismo abolirá la familia, la patria, la nacionalidad, la religión y la moral. Siete calumnias que han sido respondidas por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, porque las calumnias no son de ahora, sino desde cuando estaban vivos y actualmente todos los días se presentan con mayor fuerza.

Lombana, desarrolla así las 7 calumnias: “Se nos reprocha a los comunistas el querer abolir la propiedad personalmente adquirida, fruto del trabajo propio, esa propiedad que forma la base de toda libertad, de toda actividad de toda independencia individual…” La respuesta la dan el propio Marx y Engels “No tenemos que abolirla… En la sociedad burguesa el capital es independiente y tiene personalidad, mientras que el individuo que trabaja no tiene ni independencia ni personalidad” Lombana, agrega “La propiedad personal y conseguida con el trabajo es sagrada y nadie tiene porque apoderarse de ella en el socialismo, pero en cambio sí sucede a diario en el capitalismo. El diablo juzga por su condición, señala el adagio popular”.

La segunda calumnia, que el comunismo no respeta ni la personalidad ni la libertad, Marx y Engels remarcan: “En la sociedad burguesa el capital es independiente y tiene personalidad, mientras que el individuo que trabaja no tiene ni independencia ni personalidad”, y Lombana precisa: “Se trata efectivamente de abolir la personalidad burguesa, la independencia burguesa y la libertad burguesa. Por libertad en las condiciones actuales de la producción burguesa, se entiende la libertad de comercio, la libertad de comprar y vender…esa supuesta libertad… es virtual, imaginaria, no es real para el pueblo”.

En el comunismo reina la holgazanería, porque en este sistema los hombres dejan de trabajar, es otra de las calumnias, más aberrantes, y veamos como lo aborda esta calumnia:  “… Causa hilaridad esta calumnia, pero dejemos que sean Marx y Engels los que respondan: “Se ha objetado que con la abolición de la propiedad privada cesaría toda actividad y sobrevendría una indolencia general. Si así fuese, hace mucho tiempo que la sociedad burguesa habría sucumbido a manos de la holgazanería. Puesto que en ella los que trabajan no adquieren y los que adquieren no trabajan” … Lombana agrega: “El trabajo es el verdadero creador del ser humano, por eso en el socialismo será una necesidad prioritaria, la diferencia es que no será un trabajo alienante y será dignamente remunerado”.

Con relación a las otras calumnias que el comunismo abolirá la cultura, la familia, la patria, la nacionalidad, la religión y la moral, podemos resumir señalando que lo que quedará abolida es la cultura de la burguesía y florecerá la cultura popular del pueblo, aquella que se encuentra minimizada, vapuleada e ignorada. Asimismo, la familia burguesa que descansa en el capital, en el lucro privado, pasará a ser en el socialismo el puntal básico para el proceso de la humanización, y no como ahora donde los hogares se destruyen a diario por falta de recursos económicos y por falta de solidaridad; y la patria, la nacionalidad, debemos entender que en la misma medida en que sea abolida la explotación de un individuo por otro, será abolida la explotación de una nación por otra, y no como sucede ahora que por la voracidad del dinero se entrega la soberanía y la dignidad de la patria al capital imperialista. Esto último es que estamos viviendo a lo largo y ancho del país con la explotación de nuestros recursos naturales; y haber abordado el tema, por  ningún motivo es ser terrorista.



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