AYACUCHO: HISTORIA E IDENTIDAD CULTURAL
(N°. 06 -2012)
EL IMPERIO WARI (PARTE I)
La historia de Ayacucho se comenzó a escribir en 1550, cuando el cronista Cieza de León, al pasar por una ciudad, que ahora conocemos como Wari, comentó que a orillas del río Vinaque ( río de la Viñaca), estaban unos grandes y muy antiquísimos edificios.
El Imperio Wari, corresponde al período de máximo desarrollo de Ayacucho, cuando la ciudad de Wari se convirtió en la capital del Primer Imperio Andino, anterior a los incas. Abarca los siglos VI a XII. El imperio Wari convirtió a Ayacucho en el territorio más poderoso de los Andes. La metrópoli Wari, fue ampliamente conocida en el mundo andino, alcanzando una población aproximada de 60 mil habitantes. Los Wari, invadieron y conquistaron territorios en extensas zonas del antiguo Perú, desde Cajamarca y Lambayeque, por el norte, hasta Arequipa, Cusco y Moquegua, por el sur. Construyeron sus pueblos con modelos que fueron tomados de distintas parte del antiguo Perú, desde Moche y Huamachuco hasta Tiwanaku y Nasca.
Según investigaciones efectuadas, el siglo VI, fue testigo de una etapa de grandes agitaciones en el territorio peruano, independientemente de los problemas climáticos que hubieran podido ocurrir. Los Wari llegaron al valle de Moquegua, que eran del dominio de los Señores de Tiwanaku e instalaron un asentamiento urbano en el hoy llamado “Cerro Baúl”, ubicado en un lugar inaccesible al que convirtieron en una fortaleza inexpugnable. Estos invasores, eran los mismos que también se habían instalado en la parte alta del valle de Chincha, en un lugar llamado Viña Vieja. En el Cusco, según testimonios, se instalaron en Pikillaqta en la zona de Lucre y en Urcos, y hay cada vez más evidencias de cómo toda la cuenca del Vilcanota estaba en sus manos.
En la ciudad de Pikillaqta (Cusco), que es una “urbanización” Wari, planificada con todo detalle, se encuentran “casas” que están construidas por áreas, todas muy ordenadas, con dos plazas donde hay un edificio que debe ser un templo y otros que deben haber tenido función administrativa o ceremonial. Toda la ciudad estaba cercada, era como una fortaleza, con un sector de servicios, otro de viviendas, y uno muy amplio dedicado a depósitos o almacenes.
“Cerro Baúl” es como Pikillaqta, aunque más modesto y al parecer construido antes. Allí vivieron las gentes en tiempos de guerra y parece que fueron expulsados por los tiwanakenses. En el valle del Mantaro, los Wari construyeron la ciudad de Wari Willca y Awaturo; en el Callejón de Huaylas, están Willka Wain y Honco Pampa. En los valles de Cajamarca está el sitio de Miraflores y, sobre todo, la ciudadela de Wiraqocha Pampa.
Durante los siglos VII a IX, gran parte del país estaba controlada por los Wari, es así que aparecieron asentamientos Wari en todas partes del territorio. Entre los siglos VIII y IX, las ciudades de tipo Wari, se hicieron presentes en todo el valle del Mantaro, en el callejón de Huaylas, en Huamachuco y Cajamarca. Del proyecto urbano modesto de los primeros siglos, surgió una imponente ciudad que fue la capital del Primer Imperio: WARI, una de las ciudades más grandes que se haya construido en la sierra andina en tiempos prehispánicos y que hoy, de manera impostergable, los ayacuchanos anhelan su pronta rehabilitación y puesta en valor.
Bibliografía:
- Luis Guillermo. Lumbreras S.:”El Imperio Wari”,
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