viernes, 4 de mayo de 2012

CARTA ABIERTA A RIGOBERTO




RIGOBERTO, ¿te acuerdas?, la última vez que nos cruzamos fue precisamente en la sala de espera de un centro médico, lo cual me hace pensar que finalmente tu no haces más que adelantarnos en los caminos y paisajes caóticos de esta Huamanga que acaba de celebrar un año más de existencia.

RIGOBERTO, esta vez dejaste la ciudad  para continuar tu viaje, un largo viaje. Y vuelves hoy, transfigurado en recuerdo, en presencia simbólica. Ya no nos tropezaremos en el Jirón Dos de Mayo como otras veces,  pero sí seguirás caminando por las calles, mercados, plazas de esta ciudad que tanto te preocupaba.

RIGOBERTO, tu ausencia física probablemente sea para muchos un alivio porque ya no serás una presencia incómoda para ellos; porque ya no estarás como un riachuelo que les refleje sus verdaderos rostros cuando se agachen para lavarse. Pero también puede ser peor para ellos porque ahora ya no estarás en las calles, pero si en el aire que serán obligados de respirar.

RIGOBERTO, a estas alturas ya debes de haberte encontrado con nuestros hermanos de Quinua Rubén Pariona Camposano y Emiliano García Mendoza, brutalmente obligados a viajar hacia donde hoy te encuentras, cuando manifestaban aquel 19 de febrero 2008 por las calles de Huamanga y entraban a la vía de Los Libertadores. Como sabes, los autores directos siguen impunes hasta hoy, así como sus ideólogos nacionales y locales disfrazados con hábitos de  “cambio responsable” o de “el Perú avanza”. ¿Te acuerdas?

RIGOBERTO, confieso que tu partida también me da la impresión que una época ayacuchana se aleja; la de los actores sociales como peces en las aguas de Huamanga, hoy vencida, ahogada, por el mundo “globalizado y moderno” de la atomización individual. Del “cada uno por su cuenta”, del espectáculo permanente, (religioso, político o deportivo). Donde aplastar al otro y las “victorias” efímeras son más importantes.

RIGOBERTO, me pregunto si no habrás querido irte prematuramente  porque también la atmósfera de Huamanga está cada vez más irrespirable. No solo el aire, sino sobre todo porque está contaminado por tantas componendas, por tantos favores recíprocos por debajo de la mesa de oficinas locales o regionales. Tal vez te quisiste adelantar en el camino porque todo ello ya no es noticia ni nos indigna. Porque vergonzosamente muchos se enorgullecen de respirar estos vientos nauseabundos. O peor, que los justificamos, negamos y hasta nos tomamos fotos con todo esto.

RIGOBERTO, cierta mayoría de electores huamanguinos no ha deseado que tu fotografía sea colgada en la triste, descuidada y gran sala del llamado, por costumbre, honorable Concejo Provincial de Huamanga. Han preferido en sus paredes otros rostros, probablemente más afines y en armonía a los tiempos nublados, polvorientos y caóticos de este comienzo de siglo huamanguino.

RIGOBERTO, a parte de tu recuerdo y cenizas que acompañarán de cerca a tus familiares, dejas muchas tareas, muchos cuestionamientos. Por ejemplo dejas la imperiosa necesidad de coherencia, de gestación y renovación de personas y prácticas que resistan al sistema actual como se anhela en todas partes. Porque estabas de acuerdo que Otro mundo es posible, y que ello es de nuestra responsabilidad.
¡Hasta pronto no más RIGOBERTO!
______________________________________________________
(Felipe López Mendoza en Diario LA CALLE, 02 mayo 2012)  

No hay comentarios: