viernes, 13 de enero de 2012

EL PAROXISMO DE UN MANDATARIO REGIONAL




Gudelia Machaca Calle
               
Cuando por motivos de investigación, participé en una sesión de curanderismo, esos que realizan, incluso algunos charlatanes, vi cómo la emoción y la violencia del “chaman” llegaba al paroxismo extremo, seguro, para darle “realismo” que efectivamente estaba en contacto con los “dioses del más allá”. Algunos dicen que en esos momentos, gracias a los brebajes que consumen, sienten que están poseídos, quien sabe por el demonio o con su “Dios”, por los gritos lastimeros y rabietas que daba. Quienes participamos en la investigación llegamos a la conclusión que, todavía hay incautos que se dejan sorprender con actuaciones teatrales para engatusar a sus eventuales clientes, que de teatrales sí que habían desarrollado pero para engañar a sus clientes.

Si el paroxismo del chaman queda en su lúgubre ambiente de curanderismo y por ganar unos soles hasta se convirtió en aprendiz de artista, el paroxismo de Wilfredo Oscorima, se incuba en su propia personalidad que se traduce en la soberbia que encarna y lo traslada a una administración regional que se ha convertido en la boca del mandatario de donde salen culebras, sapos, lagartijas, para buscar amedrentar a la prensa que le cuestiona sus actos de gobierno y en su sano juicio le propone, le plantea alternativas. Seguro, el sector de trabajadores y funcionarios, sanos del Gobierno Regional de Ayacucho, deben sentir vergüenza ajena.

La prensa que, con hidalguía ha recorrido por etapas de violencia socio política, por etapas de autocracia y autoritarismo, nunca ha de amedrentarse ante las palabrotas de un mandatario regional que perdió el juicio, se emborrachó con el poder político efímero, que sumado al poder económico que cuenta, se siente un reyezuelo y ve con júbilo cómo los de su entorno funcional cuya designación se lo deben, y un sector de la prensa, otrora crítica de los actos de corrupción, le rinden pleitesía y se someten a su voluntad. ¡Qué pena por ellos!, ya los quisiera ver cuando se acabe el “reino” de su amo, como ya los vemos ahora sus esfuerzos, también, hasta el paroxismo, para legitimar a un gobernante que de parámetros morales, y éticos no sabe nada, ya sin mencionar de parámetros legales. Hasta se alejaron de sus colegas, amigos, que juntos luchaban por las causas del pueblo, y condenaban los actos de corrupción, hija del neoliberalismo, como una lacra que afecta directamente a los pobres y a toda la población en la medida que el presupuesto que se nos asigna, no llega como debe ser al pueblo para resolver sus más sentidas necesidades y miserias y más bien siguen engrosando sus billeteras y cuentas bancarias de unos cuantos que aprovechan la administración pública para resolver sus problemas económicos y asegurar el futuro de sus próximas generaciones.

La Psicología explica que la soberbia tiene, entre otras, las siguientes manifestaciones: Rebeldía ante la obediencia; autoritarismo al mandar; envidia de los valores de otros; crítica de los envidiados; creen que hasta Dios está a su servicio; en sus relaciones sociales, tienen tendencia a tener pocos amigos y sometimiento de los mismos a la voluntad propia; permanente agresión en las actividades que realiza.  La soberbia en las autoridades, efectivamente, los convierte en tiranos y autoritarios cuando de mandar se trata; y la soberbia en los periodistas es la peor enfermedad que puede atacar, porque consideran que ellos son los únicos abanderados de la opinión pública, cuando, en verdad, ya perdieron toda credibilidad, toda consideración social, y así se van quedando solos en su mundo.

Ni prensa asesina, ni prensa enemiga, señor Presidente, la dignidad es un valor humano que no puede negociarse ni por todo el oro del mundo; pero qué le voy a hablar de dignidad, de integridad, de solvencia moral; mejor le recuerdo a usted, a sus funcionarios y a sus periodistas, que muy bien se comportaron en el momento del besamanos luego del show en el Parque de las banderas, que seguiremos en la misma ruta, y le recuerdo además, señor Presidente, que la verdadera emergencia se está viviendo en el agro, como en el Distrito de Acocro, Chiara y aledaños, donde hay granizadas, heladas permanentes, y los pobladores están pidiendo a gritos ayuda en foliares, hormonas, aminoácidos para salvar su cosecha, pero como su fijación está en hacer grandes negocios con empresas como Ferreyros exonerando procesos de selección con una falsa emergencia vial para comprar maquinarias, ni por asomo se preocupa de las verdaderas emergencias en el agro, donde nuestros campesinos invierten su platita y por efectos de la naturaleza lo pierden todo si no reciben ayuda inmediata, y allí señor Presidente, no se resuelve la emergencia del agro con maquinarias pesadas, salvo que a las chacras de nuestros campesinos, quiera aplanarlos con sus cargadores frontales o rodillos y muerto el perro muerta la rabia para que no le reclamen. No sería raro, señor Presidente, que a sus consejeros les pida que declaren en emergencia a Acocro, pues, como no tienen ningún plan de contingencias, menos un plan de prevención de desastres en temporadas de lluvia, todo puede pasar en una GESTION REGIONAL EN EMERGENCIA.


No hay comentarios: