jueves, 21 de julio de 2011

RECORDANDO A MARIÁTEGUI, PERIODISTA

RECORDANDO A MARIÁTEGUI, PERIODISTA
Necías E. Taquiri Y.

Hoy cumple la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, más conocida como la ANP, su 83° aniversario. Es fecha importante para quienes militamos en sus filas, por cuanto es un gremio que le da sentido de coherencia, unidad y solidaridad a sus integrantes, por el mismo hecho de que entre sus fundadores aparece la figura excelsa de José Carlos Mariátegui, a quien discriminamos adrede, para concentrarnos en su obra.

Cuando se cumplió el Centenario de su Nacimiento, y entonces fuimos casi los únicos periodistas que en esa época nos atrevimos a rendirle homenaje, tanto en Radio Periódico Alternativa como en la Radio Revista Realidad, durante todo el año (como ahora se intenta con José María Arguedas), dimos a conocer su vida, sus obras, su contribución extraordinaria al entendimiento de la realidad tanto nacional como latinoamericana, a partir de sus “7 ensayos de interpretación…” y la veintena de libros publicado por su viuda e hijos, con obsequio de ejemplares de sus libros a los que participaban en nuestros programas.

Esos son recuerdos personales que mencionamos nada más que para alimentar nuestro ego, nuestro mariateguismo y nuestra vocación de servicio al pueblo, a su estilo, desde la prensa, con tal conciencia que pusimos por nombre, a uno de nuestros hijos, con el más común de los seudónimos utilizados por el Amauta, cuando era ‘alcanza rejones’: Kendall.

Justamente ese alcanza rejones, ese periodista práctico que devino en maestro de maestros, incluso en el terreno de la prensa, un día como hoy, co- fundó la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, el más antiguo de los gremios, el que posibilitó la constitución del Colegio de Periodistas del Perú, el que con Roberto Mejía Alarcón hizo posible el nacimiento y posterior fortalecimiento de la ahora Universidad Jaime Bausate y Mesa, Alma Máter del periodismo nacional.

Los aportes de Mariátegui en este oficio están tan latentes y tan vigentes como nunca, en este confuso mundo del constructivismo. Porque escribió y dejó para la posteridad, en su artículos estrictamente periodísticos, no un manojo ni un amasijo de datos, un mamotreto de primicias ni exclusividades en los que se enredan los que nunca lo han leído o lo han hecho a medias, sino, interpretaciones de datos, análisis científicos y principistas que debemos imitar todos los que nos posicionamos de los medios, escribimos artículos, utilizamos micrófonos y lanzamos informaciones. Interpretación y no datos, como reiteramos.

Decía el Amauta, por ejemplo, que “la noticia que es sólo noticia no es noticia”, “hay que ir más allá del dato, del episodio”, para entender obviamente la noticia, contextualizarla y utilizarla inteligentemente, para salir de la ignorancia y, conscientemente, ponerla al servicio de los demás. “hay que ver los hechos en su contexto, en su significado, en movimiento”. Su método es procesal, dialéctico. “Recibo libros, revistas, periódicos de muchas partes, no tantos como quisiera. Pero el dato no es sino dato. Yo no me fío demasiado del dato. Lo empleo como material. Me esfuerzo por llegar a la interpretación”.

En una entrevista con jóvenes periodistas, dice el Amauta: “Admiro a toda la juventud. Han traído ustedes al periodismo un espíritu, una técnica, una manera completamente nuevas. En mi época se desconocían la espiritualidad y la gracia que ustedes saben dar a sus artículos. Esas informaciones que no son precisamente informaciones y que abandonan el suceso actualista para buscar el aspecto permanente de las cosas, tienen una originalidad y una belleza enormes”.

“Los periodistas comprenden cada vez más que el incidente suelto, inmóvil en el tiempo y el espacio, no llega a la verdad. Se necesita contexto espacial e histórico. El periodismo debe ser, en consecuencia, procesal”.

A esos aenepistas que no se pierden en la estrecha cárcel del instante, de la fama, de la incomprensión de contexto, un homenaje. A los otros también: total, no son culpables del todo, de su ignorancia o de sus estudios puramente dateros.

No hay comentarios: