Editorial - "El Comercio"
La irregular creación de universidades en el país
Así solo se alienta la informalidad. La salida está en mejorar la calidad de la educación que se imparte
Martes 12 de julio de 2011 - 07:00 am
Uno de los peores errores perpetrados por este Congreso es, sin duda, la creación de 13 universidades –tres de ellas en Lima–, aprobadas todas en el tiempo récord de un año. Es decir, una cada 28 días.
Se trata de proyectos –como los de la Universidad Nacional Autónoma de Chota (Cajamarca) o la Universidad Nacional Autónoma de Alto Amazonas (Amazonas)– que en algunos casos estuvieron en la congeladora hasta que este gobierno decidió desempolvarlos sin que mediara justificación valedera. En otros casos, su creación responde a expedientes que se presentaron el año pasado en una verdadera ‘fiebre educativa’ que, al parecer, invadió a sus autores bajo la excusa de facilitar el acceso de la población a más universidades.
En realidad, la única razón para su creación debe hallarse en la politiquería, populismos y el afán de figuración de congresistas o del propio Ejecutivo –que finalmente revisa los proyectos de creación, a través del Ministerio de Educación–, poco interesados en dotar a las nuevas universidades de presupuestos, infraestructura, recursos y docentes suficientes. Lo peor es que nacen sin misión, visión o proyecto institucional que establezca a dónde van, qué quieren ser y qué necesidades pretenden atender, en concordancia con las urgencias de sus jurisdicciones.
Este contexto explica algunos conflictos recientes, como el producido hace poco en Huancavelica, con la Universidad Nacional Autónoma de Tayacaja (inicialmente sin presupuestos), o aquí en Lima con la Universidad Tecnológica de San Juan de Lurigancho (cuyos terrenos pertenecen a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos).
La situación, además, explica la falta de calidad de la educación de muchos centros superiores –públicos y privados–, cuyo nacimiento contravino la Ley Universitaria. Estos se crearon sin estudios de mercado y de factibilidad, porque los organismos responsables tampoco cumplieron con su labor de supervisión y de cautelar que reúnan requisitos mínimos.
Como acaba de informar nuestro Diario, Conafu –responsable de evaluar si las nuevas universidades cumplen esos requisitos– ha dado permisos a 20 universidades desde el 2001. Lo grave es que hay otras 72 –cuyas solicitudes ingresaron en los últimos tres años– que cuentan con permisos provisionales o en fase de evaluación. ¿Significa esto que sigue abierta la posibilidad de que crear más universidades?
La universidad está en crisis en toda América Latina. Prueba de ello es que según los últimos ránkings internacionales ningún centro de educación superior sudamericano se ubica en los primeros 100 primeros puestos, lo cual es un retroceso.
En el caso del Perú, sin embargo, resulta claro que la crisis tiene varios responsables. En principio, el gobierno aprista se equivocó cuando pretendió enfrentarla creando más universidades.
Así solo se alienta la informalidad. La salida está en mejorar la calidad de la educación que se imparte, aumentar los presupuestos destinados a la investigación que deben realizar los docentes y potenciar el registro de patentes, indicador este último que garantiza un buen lugar en el ránking de las mejores.
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