viernes, 3 de febrero de 2012

NO BASTA CON SERLO, SINO TAMBIEN PARECERLO



Gudelia Machaca Calle
La mujer del César no sólo debe ser honesta, sino además parecerlo”. La frase corresponde al Emperador de Roma Cayo Julio César, allá por los años 100-44 a.c.. Resulta que la esposa de César- Pompeya- muy recatada ella perteneciente al mundo aristocrático de la época del esclavismo de Roma, accedió ir con sus amigas, a una SATURNALIA,  que era una orgía de sexualidad que se permitían, dice la historia, las damas aristocráticas de Roma. Tras enterarse del hecho, el Emperador la repudió públicamente (requisito para divorciarse), y disolvió su matrimonio. Las amigas y otras damas de la Aristocracia, buscando interceder con el marido ofendido, se esforzaron en justificar que su esposa si bien había acudido a dicha reunión, pero sólo se había limitado a ser espectadora y que no había cometido ningún acto que pudiera considerarse deshonesto. Entonces el Emperador les respondió: “La mujer del César no sólo debe ser honesta, sino además parecerlo”. Desde aquél entonces ese dicho se ha trasladado a la vida cotidiana, pero principalmente al ámbito político, y se ha traducido en la siguiente frase: “Los políticos – y autoridades por la investidura que ostentan- no sólo deben ser honestos, sino además, parecerlo”. Ocurre que hay circunstancias en que los políticos caen bajo sospecha de haber incurrido en un acto deshonesto, aun cuando no se haya demostrado en un juicio, es decir la verdad real y no la verdad legal. Así, lo dicho por el Emperador, como sostienen, ha quedado como un paradigma de la conducta que se debe exigir a quien ocupa un cargo de responsabilidad en la sociedad. Ser y parecer, serían como la teoría y la práctica que no deben desligarse.
Este relato nos sirve para contextualizar el actuar del mandatario regional Wilfredo Oscorima, quien proclama su honestidad, y es cierto, aunque afronta varias investigaciones, a nivel judicial aun no se le ha probado ningún delito, y antes de ser presidente, se ha acogido a la prescripción del un delito contra el patrimonio. Si el Presidente Regional proclama su honestidad, empero ¿qué imagen proyecta cuando realiza actos contrarios a esa proclama como el regalar 30 cajas de cerveza en el aniversario del Ministerio Público?,  o cuando regala relojes rólex a un Magistrado de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, denuncia nunca aclarada, o designa en cargos de CONFIANZA a tres hermanos de igual número de magistrados del Poder Judicial de Ayacucho (de dos de ellos ya concluyeron sus designaciones, el tercero acaba de ser designado), u ofrece la construcción de la segunda planta de la infraestructura del poder judicial, cuando existen otras necesidades postergadas, o declara alegremente: “creen que a mí me van a ganar en un juicio?... imposible…” ¿Qué idea puede formarse la opinión pública con estos actos? ¿Es la prensa que inventa estos hechos?, y no sólo uno, sino una sucesión de hechos similares de un mandatario regional que no sólo debe proclamar su honestidad, sino también, parecerlo.
No se afirma per sé que la designación de los hermanos de vocales en CARGOS DE CONFIANZA, por parte del mandatario regional, produzca automáticamente el quebrantamiento de la voluntad de todos los jueces, vocales y fiscales, porque existen magistrados probos que no se doblegan a ningún poder político, económico ni mediático, más que a su conciencia y a la justicia como supremo valor, pero, reitero, ¿cuál es el mensaje subyacente en esta forma de actuar de un mandatario? ¿Acaso no existen conflicto de intereses?.  Actuaciones de esta naturaleza, lo único que hacen es contribuir a que la desconfianza, el descrédito en los poderes públicos siga creciendo como un globo en la población que les puede reventar en la cara. Y no nos vengan a decir, que aquí hay mala intención, que nos persiguen nuestros demonios para pensar así; más bien no analizar, no encontrar una explicación política a esta forma de actuar de los mandatarios, estaríamos condenándonos a convertirnos en EUNUCOS INTELECTUALES y eso no lo somos; nuestro análisis, nuestra alerta tiene fundadas bases reales, allá aquellos que quieran cerrar sus ojos y oídos cuando todo lo tienen a la vista, hasta se siente el olor, por decir lo menos.
Necesitamos una prensa, una ciudadanía vigilante, alerta a cualquier acto de gobierno para reaccionar y tener capacidad de indignarnos, si perdemos esa capacidad, estaremos camino a deshumanizarnos.


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