MENSAJE DEL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU , BAN KI-MOON POR EL DIA MUNDIAL DE SALUD 2010
Por primera vez en la historia, hay más habitantes en las ciudades que en las zonas rurales. Una tendencia paralela es que el grueso de la pobreza mundial también está pasando de las zonas rurales poco pobladas a las ciudades con alta densidad de población. A mediados del siglo, de cada diez personas, siete vivirán en las zonas urbanas. La mayor parte de este acelerado crecimiento se produce en los países en desarrollo. Una urbanización a la vez rápida y no planificada acrecienta cada vez más los barrios de tugurios y los asentamientos no regulados, con lo que las autoridades municipales hacen frente a muy graves problemas.
La salud pública es claro reflejo de la disparidad de ingresos, de oportunidades, de condiciones de vida y de acceso a los servicios existente en la población. Las amenazas son muchas: insuficiencia de los servicios de saneamiento y recolección de desperdicios; contaminación producida por las industrias y el tráfico; enfermedades infecciosas propiciadas por condiciones de miseria y hacinamiento; altas tasas de tabaquismo, inactividad física; dietas insalubres; delincuencia, violencia y consumo de sustancias dañinas.
La salud pública es claro reflejo de la disparidad de ingresos, de oportunidades, de condiciones de vida y de acceso a los servicios existente en la población. Las amenazas son muchas: insuficiencia de los servicios de saneamiento y recolección de desperdicios; contaminación producida por las industrias y el tráfico; enfermedades infecciosas propiciadas por condiciones de miseria y hacinamiento; altas tasas de tabaquismo, inactividad física; dietas insalubres; delincuencia, violencia y consumo de sustancias dañinas.
En gran medida, estos problemas escapan al control directo del sector de la salud. Es por ello que, para mejorar la salud de los habitantes de las zonas urbanas es preciso contar con políticas sólidas en todas las esferas del gobierno y que todos los sectores de la sociedad tengan una clara conciencia del problema. En los esfuerzos por lograrlo participa toda la gama de organismos y programas de las Naciones Unidas: se trata de reducir la contaminación atmosférica y acústica, así como las congestiones del tráfico y la delincuencia; y de contribuir a mejorar la vivienda, el saneamiento y la seguridad de los alimentos y el agua.
Aunque son muchas las amenazas que se ciernen sobre la salud en las ciudades, también hay motivos para sentirse optimista. Se conocen las causas básicas de los problemas de la salud en las zonas urbanas. También se conocen los métodos para hacerles frente. En el Día Mundial de la Salud 2010, más de 700 ciudades de todo el mundo darán a conocer el éxito de las medidas que han adoptado a este respecto. Tomadas como un todo, estas políticas, intervenciones y prácticas óptimas demuestran de qué manera se puede vivir en las ciudades sin que peligre la salud de sus habitantes.
Hay muchos problemas que se pueden resolver mejorando la planificación y utilizando de manera más eficaz las normas correspondientes y las leyes necesarias para aplicarlas. No hace falta que las medidas que se adopten sean complejas ni costosas. Las intervenciones que han surtido efecto van desde aprovechar los huertos urbanos y las explotaciones agrícolas para promover la educación en materia de nutrición y la actividad física, hasta la creación de comunidades que trabajen aunadamente para reducir la delincuencia y la violencia. En este Día Mundial de la Salud, promovamos medidas para que nuestras ciudades obren en bien de todos nosotros. ¡La salud urbana es importante!
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