PEDIDOS : 31-7633 / 966-600-270 / cocoaococ@gmail.com / Jorge Aramburú
En la década de 1980, el Perú era uno de los países más peligrosos para trabajar como periodista. El asesinato de ocho hombres de prensa en Uchuraccay en 1983 fue ampliamente conocido, también a escala internacional. Pero es menos conocido cuán peligrosa era la situación cotidiana para los periodistas que vivían y trabajaban durante todo el conflicto en medio de la violencia política, principalmente en el departamento de Ayacucho.
A través de diversas historias, principalmente contadas por los propios periodistas locales, este libro nos hace conocer nítidamente cómo dichas situaciones absolutamente extremas influían en la vida y en el trabajo cotidianos de los periodistas y de la población en general.
Los Enviados Especiales llegaban a Huamanga y tenían la obligación de recoger datos para hacer noticia cada tarde porque desde Lima les exigían eficiencia.
Hacían crónicas, tomaban fotos, y luego regresaban a la capital. Y allá en Ayacucho quedaban los corresponsales de siempre, los que sufrían el acoso de ambos bandos.
Esta es la tesis central del libro de la periodista noruega Aase Hjelde, que acaba de publicar el vicerrectorado académico de la Universidad de San Marcos y que titula “Periodismo bajo terror. Ayacucho en tiempo de guerra”.
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