domingo, 26 de septiembre de 2010

DIA MUNDIAL DEL TURISMO


MENSAJE DEL DÍA MUNDIAL DEL TURISMO
de Taleb Rifai, Secretario General de la OMT
Turismo y diversidad biológica
China, 27 de septiembre de 2010



Cuando la comunidad internacional se une en 2010 para celebrar la vida en la Tierra como parte del Año Internacional de la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, el sector turístico se suma con satisfacción a la campaña mundial, celebrando el Día Mundial del Turismo (DMT) de 2010 en China bajo el lema Turismo y diversidad biológica.


La biodiversidad tiene un valor incalculable para el turismo. Siendo uno de sus mayores activos, la diversidad de la vida en la Tierra hace que millones de personas viajen por el mundo cada año. Y sin embargo, la biodiversidad, la intrincada red de especies y ecosistemas singulares que forman nuestro planeta, está en situación de riesgo. La presión demográfica y una actividad humana insostenible están haciendo que la biodiversidad disminuya de forma irreversible y a un ritmo alarmante.


Reconociendo el valor del capital natural de la Tierra para su sostenibilidad a largo plazo, el sector turístico está llamado a proteger y gestionar de manera sostenible la biodiversidad. La salud del sector depende de la salud de sus recursos, y el crecimiento sostenible del turismo significa mayores fondos para la conservación.


Los ingresos que el turismo obtiene del disfrute de la diversidad biológica, a menudo en las regiones menos desarrolladas del mundo, son una fuente importante de rentas y de empleo para las comunidades locales. Esta relación entre el turismo y la biodiversidad y su influencia positiva en los medios de vida de la población, el desarrollo y la atenuación de la pobreza deben guiar el desarrollo sostenible del turismo.


En este contexto, el DMT 2010 hará hincapié en los estrechos lazos entre el desarrollo del turismo, la conservación de la biodiversidad y la reducción de la pobreza. El turismo sostenible ofrece una oportunidad importante de salvaguardar una riqueza natural irreemplazable y sensibilizar de la importancia de la diversidad natural de la vida.


Salvaguardar la biodiversidad es un reto urgente que nos concierne a todos –la comunidad internacional, los gobiernos, las empresas y los viajeros– pero aún no es demasiado tarde para actuar. Estoy seguro de que a lo largo de 2010, y después, la comunidad turística se unirá para demostrar su papel protagonista en la protección de la biodiversidad y el impulso de su contribución a la reducción de la pobreza y al desarrollo.


Será un placer celebrar con ustedes la riqueza natural de nuestro planeta.
Mensaje del Secretario General de la ONU
Ban Ki - moon

Es para mí un verdadero motivo de alegría que la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas celebre este Día Mundial del Turismo bajo el lema «Turismo y Diversidad Biológica». A pesar de las promesas reiteradas a nivel mundial de proteger las especies y los hábitats del planeta, y los bienes y servicios que estos proporcionan, la variedad de la vida en la Tierra sigue disminuyendo a un ritmo sin precedentes. La causa de ello es la actividad humana. Este año —Año Internacional de la Diversidad Biológica— nos brinda una excelente oportunidad para dedicar una atención especial al urgente objetivo de proteger la diversidad biológica para garantizar la prosperidad, la salud y el bienestar de las personas en todas las regiones del mundo.

El turismo y la diversidad biológica están estrechamente relacionados. Millones de personas viajan cada año con el fin de disfrutar de las maravillas de la naturaleza. Los ingresos generados por el turismo sostenible pueden constituir una fuente importante de apoyo para la conservación de la naturaleza, así como para el desarrollo económico. Por otra parte, el turismo sostenible puede contribuir a concienciar a los turistas y a las comunidades locales acerca de la importancia que reviste la diversidad biológica para nuestra vida diaria.

Mediante iniciativas como su proyecto «Turismo sostenible – Eliminación de la pobreza», y su colaboración con la familia de las Naciones Unidas, las autoridades nacionales en la esfera del turismo y el sector privado, la Organización Mundial del Turismo está ayudando a poner de relieve los vínculos existentes entre el turismo, la mitigación de la pobreza y la diversidad biológica. La comunidad del turismo es cada vez más consciente de su responsabilidad en este sentido, y, en efecto, el sector turístico puede hacer mucho para contribuir a proteger la diversidad biológica, por ejemplo adoptar una serie de medidas sencillas como la de gestionar los grupos de turistas de la forma que menos interfiera con la fauna y flora silvestres o comprar únicamente suministros que provengan de fuentes sostenibles.

En este Día Mundial del Turismo, quisiera encomiar a la comunidad del turismo por su reconocimiento cada vez más amplio de la importancia de conservar la diversidad de la vida en la Tierra, e insto a todos los asociados a reforzar su compromiso con la sostenibilidad.
Turismo y diversidad biológica - Antecedentes

La OMT, en su calidad de organismo de la ONU especializado en turismo, lleva mucho tiempo trabajando para potenciar al máximo la contribución del sector turístico a la conservación de la diversidad biológica. El Día Mundial del Turismo de 2010 se celebra bajo el lema «Turismo y diversidad biológica». Se trata de un tema particularmente actual, dado que este mismo año todo el planeta está celebrando el Año Internacional de la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas.

La diversidad biológica: un capital natural del turismo

Existe una relación directa entre turismo y diversidad biológica. La belleza natural única de algunos lugares atrae gran número de visitantes. Por lo tanto, la biodiversidad es uno de los principales valores de la industria turística, y es esencial para su crecimiento sostenible a largo plazo.

De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la conversión descontrolada de la tierra, el cambio climático, la contaminación y otras actividades humanas insostenibles están haciendo que la diversidad biológica disminuya a un ritmo muy superior al de la extinción natural. La biodiversidad tiene importancia por sí misma, pero también hay que tener en cuenta que nuestros ecosistemas nos mantienen, proporcionándonos alimentos, energía y salud, y que representan el 40 por ciento de la economía mundial. Además, la intensificación de las actividades turísticas obliga al sector a enfrentarse a problemas complejos.

Es necesario proteger la diversidad biológica y todos los beneficios que conlleva, evitando las actividades que la dañen y deteniendo su deterioro.
Por lo tanto, la pregunta que se plantea es ¿Cómo puede el turismo contribuir de forma positiva a la conservación de la diversidad biológica y a la calidad de vida de las poblaciones locales, minimizando al mismo tiempo los posibles efectos negativos para el medio ambiento y la sociedad?

Turismo sostenible

Un turismo sostenible, que establece un equilibrio adecuado entre los aspectos medioambientales, económicos y socioculturales del desarrollo turístico, es fundamental para maximizar la contribución positiva del sector a la diversidad biológica tanto en el plano local como en el nacional e internacional.

En el plano local

En primer lugar, el turismo sostenible representa una importante fuente de ingresos económicos y de empleo para las comunidades locales, lo que, a su vez, constituye un fuerte incentivo para proteger la diversidad biológica. Preservar el medio ambiente, base de la prosperidad económica de la población local, se ha vuelto una prioridad. Ello redunda en un mayor número de turistas lo que, a su vez, genera más ingresos para la conservación. Es frecuente que zonas que gozan de belleza y diversidad naturales se conserven y protejan gracias a los fondos aportados por la industria turística para infraestructuras, mantenimiento y empleo.

Dentro de esa misma línea, el turismo ofrece una alternativa viable para que las poblaciones locales puedan percibir ingresos gracias a sus recursos naturales, pero de forma que éstos últimos estén protegidos de la explotación. Así se conseguirá evitar que dichos ingresos se obtengan mediante formas de desarrollo más dañinas, impidiendo que el desarrollo económico vaya en detrimento del medio ambiente.

En el plano nacional

En segundo lugar, en el plano nacional, el turismo a menudo justifica la creación de áreas protegidas. Las estrategias nacionales y regionales para el desarrollo turístico que reconocen el valor de la diversidad biológica para la industria turística y, por lo tanto, las posibilidades de que el sector contribuya a la reducción de la pobreza y al desarrollo, son fundamentales para proteger y conservar dichas áreas.

El crecimiento de una forma de turismo más atento al medio ambiente y que trate de tener efectos positivos sobre el entorno y el bienestar de las poblaciones locales, ha ido fomentando considerablemente las oportunidades de competitividad y de marketing de los destinos turísticos nacionales. Ello, a su vez, ha supuesto incentivos fiscales para promover el turismo respetuoso con la diversidad biológica, así como una mayor inversión en infraestructuras, tecnologías limpias, energía renovable, gestión hídrica, etc.

Este interés por proteger la diversidad biológica como un capital natural del turismo, tiene consecuencias positivas en materia de lucha contra la pobreza. El Convenio sobre la Diversidad Biológica hace hincapié en cómo las comunidades pobres del mundo, en particular las de zonas rurales, dependen de los recursos biológicos para satisfacer al menos un 90 por ciento de sus necesidades, entre otras las relacionadas con alimentación, combustibles, cuidados médicos, refugio y transporte. Teniendo en cuenta hasta qué punto los medios de vida dependen de la biodiversidad, las estrategias que den prioridad a ésta resultan esenciales para el desarrollo y la atenuación de la pobreza.

En el plano mundial
Finalmente, el papel del turismo es crucial a la hora de sensibilizar a la población sobre los problemas de la diversidad biológica. Con millones de personas que viajan a través del mundo cada año, el turismo es un medio ideal de cultivar la consciencia medioambiental.

Los productos, servicios y experiencias brindados por ecosistemas naturales son innumerables y todos contribuyen a la satisfacción del turista y, por consiguiente, a cambios en el comportamiento de los consumidores. En el mundo del turismo, con la aparición del «turismo responsable», del «ecoturismo» y de otros mercados, ya resulta evidente que están surgiendo nuevas pautas de consumo.

Está claro que el turismo sostenible está bien situado para impulsar un cambio generalizado de los modelos de consumo y producción que tan desesperadamente se necesita para salvaguardar la riqueza natural de nuestro planeta.
Fuentes : web de ONU y OMT

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