No importan tanto la propaganda
electoral y la perorata asumida por quienes tientan la presidencia regional y
los diferentes municipios, no está en agenda la demagogia de algún “salvador” que
viene a solucionar todos los problemas ciudadanos; lo que prima y debería
primar ante todo son los dilemas comunes, por ejemplo, de la ciudadanía
ayacuchana que anda media confundida ante su futuro incierto.
Y qué dilemas?...sobre todo el
que vuelva a creerse en algún candidato realmente honesto, trabajador y
dedicado a su gente con espíritu social. Que el manejo de los recursos públicos
sean verdaderamente transparentes sin la vieja sarta de siete llaves que
impulsan una cultura del secretismo, una nueva generación de gobernantes
dispuestos a romper viejos esquemas corruptos, una nueva concepción sobre
gestión pública y gerencia por resultados.
Los dilemas siendo opciones o
alternativas no son imposibles ante una ciudadanía ávida de cambios que ya no
cree en la clase política tradicional, sino, solo preguntemos al hombre de la
calle si cree en políticos con millonarias campañas y cientos de páginas en sus
respectivas hojas de vida…dilemas que incluso prefieren el voto en blanco y
viciado.
Los dilemas ciudadanos ayacuchanos
no están lejanos de la desesperanza el desengaño y la suspicacia; son la mejor
muestra de quienes percibimos corrupción casi generalizada, de quienes vemos
mucha propaganda y casi nula acción objetiva de gobernantes, de quienes sabemos
de ciertos enriquecimientos ilícitos ante silencios cómplices…de quienes
seguimos enfrentando dilemas y más dilemas.
Publicado en diario " Correo" ( Edición Ayacucho , 26 -05-14)